martes, 24 de febrero de 2015

¿Cuánto cuesta anunciarse en Snapchat?

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Parece ser que Snapchat, aplicación que permite a los usuarios comunicarse a través de mensajes que se destruyen una vez leídos y que ha puesto en marcha recientemente sus servicios publicitarios, está pidiendo a los anunciantes 750000 dólares (cerca de 650000 euros) para que sus marcas aparezcan en la plataforma durante un día.
Según una información que publica Adweek, son muchas las fuentes que afirman que esta tarifa publicitaria es cierta.
Desde el lanzamiento de sus servicios publicitarios, algunas marcas como McDonald’s, Samsung, Macy’s o Electronic Arts han confiado en la aplicación de mensajería como soporte para sus campañas. La audiencia de la aplicación ya ha alcanzado los cien millones de usuarios mensuales.
Esta tarifa puede parecer elevada, y ciertamente lo es si se compara con la de otros competidores. El precio que YouTube cobra cada día, siempre de acuerdo con el mismo medio, es de 500.000 dólares (algo más de 430.000 euros).
Fuente: La Flecha

jueves, 5 de febrero de 2015

Decálogo para salvar a los libros y a los lectores iberoamericanos

Un encuentro de editores busca claves para renovar el libro y ayudar a la industria que requiere del diálogo con los gobiernos para armonizar políticas en analógicas y digitales


Estudiantes en la Feria del Libro de Buenos Aires. / EFE
El mundo del libro iberoamericano se ha vuelto a acordar del lector, tras un periodo interesado solo en vender y dado que ahora no vende. Ha caído en la cuenta de que él es el corazón de su negocio. Su vida. Me quiere, no me quiere…, me quiere, no me quiere… Varios años lleva el sector deshojando esa margarita en encuentros de todo tipo, ante la caída de ventas e irrupción del mundo digital que jubiló un modelo de empresa centenario. Solo que había olvidado la pregunta principal: ¿qué he hecho, en verdad, por crear, mantener o conquistar la atención del lector? Porque este es quien sostiene el ecosistema del libro, si no hay verdaderos lectores no se venderán libros. Parte de la nueva declaración de amor y estrategias se acaba de dar en la Casa del Lector de Madrid en el Encuentro de Editores Iberoamericanos.
La industria editorial y los gobiernos de Iberoamérica han fracasado a la hora de forjar nuevos lectores y nuevos planes de fomento de la lectura en el nuevo paradigma analógico-digital. Esa es una de las conclusiones del encuentro al que asistieron una veintena de expertos que durante dos días han debatido esa relación negocio-libro-lector. Diez de ellos crean un mosaico con dudas y preguntas, y sugieren un decálogo para mejorar la situación:
Un desafío. Fernando Zapata (director del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe): “Modificar las políticas educativas y revisar las didácticas de lectura y escritura. Y enfocarse en los maestros para que dominen la cultura digital. Ellos llevan una de las peores partes en este cambio”.
Una esperanza. Xavier Mallafré (presidente de la Federación de Gremio de Editores de España): “La mejora de los índices de lectura, crear campañas de fomento acorde a los nuevos tiempos, mejorar el tejido de librerías y bibliotecas”.
El encuentro coincide con Liber, la feria del sector editorial que este año, por primera vez, se abre al público. En Barcelona se presentarán oficialmente los datos del año pasado: 2.708 millones de euros facturados, tanto en el mercado interior como en el exterior. Es decir, una reducción del 9,7% con respecto al año anterior, 291 millones menos. Lo que significa una caída acumulada del 19% en los últimos 10 años. Pese a ello, el sector sigue aportando un tercio del PIB de las industrias culturales, es decir, un 1,1%. Sigue siendo la primera del sector.
En Iberoamérica se editan al año 194.000 títulos; en España, esa cifra llega a los 76.000, lo que muestra el escenario y la atención de su desplazamiento hacia el otro lado del Atlántico. Pero ¿qué hacer para mantener o recuperar el corazón de los lectores? En su intervención en Casa del Lector, Teresa Lizaranzu, directora general de Política e Industrias Culturales y del Libro, aseguró que “compartimentar la edición entre España y América es absurdo”.
Un error. Gabriela Adamo (exdirectora de la Feria del Libro de Buenos Aires): “No se puede considerar América Latina como una sola entidad. Somos 19 países hispanohablantes, más EE UU con una población hispana en crecimiento y Brasil, cada uno con sus características especiales, sobre todo culturales, que han sido ignoradas. E incluso a las que se les envía los remanentes de España”.
Una urgencia. César Antonio Molina (director de Casa del Lector de Madrid): “Se deberían sincronizar las políticas gubernamentales entre España e Iberoamérica en torno a las buenas prácticas del consumo que eviten, por ejemplo, la piratería, se tome conciencia de la importancia de la propiedad intelectual y evitar las trabas para la buena circulación del libro”.
Una apuesta. Jaime de Pablos (director de Vintage Español, Knopf Doubleday de EE UU): “Hay que conocer y entender el tipo de lector al que se quiere llegar. Promover en las editoriales locales o subsidiarias de grandes grupos en los diferentes países la búsqueda de autores regionales para apoyar la creación y el mercado local”.
Una medida. José Tomás Henao (director editorial de Norma-Carvajal, Colombia): “Crear textos indicados para la enseñanza y la educación con contenidos multiproducto y multidispositivo. Formar editores visuales sin sacrificar la calidad”.
Un recordatorio. Miguel Barrero (director de contenidos digitales globales del grupo Santillana, con presencia en España y América): “Lo digital debe ser una política educativa de los Gobiernos. Tener en cuenta que las grandes empresas como Apple, Google, Amazon o Samsung son nuevas en el mundo escolar. No se puede hablar de escuela digital si no hay acceso a Internet”.
Una reivindicación. Manuel Ramírez (editor de Pre-Textos): “Es fundamental reivindicar la figura del editor. Se necesita más que nunca para garantizar un buen producto, y no como mero intermediario, en un momento en que tienden a proliferar las ediciones poco revisadas y libros de dudosa calidad”.
Un enigma. Bernardo Gurbanov (vicepresidente de la Cámara Brasileña del Libro): “Brasil sigue siendo otro mundo. Las empresas deben encontrar sus propios códigos para llegar a los brasileños. En el mundo del libro, el negocio es en portugués, es allí donde hay que poner el foco. Hay que trasponer la frontera lingüística”.
Una petición. Marisol Schulz (directora de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México): “Transitamos entre dos mundos, analógico y digital, sin que nos demos cuenta. Es una gran ventaja, pero corremos el riesgo de perdernos, por no saber cuál es la ruta correcta. El lector debe saber qué es bueno y tener elementos de valoración de una obra que ahora mismo en la Red se diluye y es un caos. El papel de los medios de comunicación es más relevante que nunca para establecer ese diálogo orientativo entre libro y lector”.
Son varios los frentes abiertos, conocidos y desconocidos los competidores en un duelo en el cual todos saben que parte de su futuro se juega en el continente hispanohablante. Lo recordó José María Lassalle, secretario de Estado de Cultura, en la inauguración: “España será Iberoamérica o no será. España será cultural o no será”. Y en ese contexto planteado por Lassalle, el papel del libro es protagónico, insistió, porque “es una defensa de la propia cultura”. Cuando Europa se tambalea, agregó, Iberoamérica ofrece la potencialidad en cuyo espacio España puede desempeñar una labor cualitativa y promete que el país puede ser la esquina norte europea privilegiada. Lo que varios expertos describieron como “subirse ahora sí al carro”.

La caída en España

Las cifras generales del sector indican que se editaron 76.434 títulos, con una tirada media de 3.223 ejemplares. La oferta editorial española cuenta con un catálogo de 524.213 títulos vivos, un 6,8% más que en 2012.
El precio medio de los libros se ha reducido un 2,3% este año y se ha incrementado la oferta, ya de por sí muy competitiva, de los libros electrónicos, cuyas ventas alcanzaron 80,26 millones de euros (3,6% del total de ventas del sector).
Los principales factores que incidieron en que continuara el descenso de las ventas de libros en España en un 9,7% en 2013 euros fueron, según el informe de la Federación de Gremios de Editores de España presentado en LIBER: 
- La crisis económica.
- La ausencia de políticas educativas que conciencien a la sociedad de la importancia de proteger la creación intelectual.
- El aumento de la oferta ilegal de libros electrónicos.
- La elevada fiscalidad del libro digital, gravada con un IVA del 21% frente al 4% del de papel.
- La ineficacia de la Administración, a través de la Sección Segunda de la Comisión de la Propiedad Intelectual, en resolver denuncias contra las webs sin permiso de los autores.
- El descenso, cuando no supresión, de ayudas a las familias para adquirir los libros de texto.
- La reducción de las inversiones en fondos para bibliotecas públicas, escolares y universitarias. 

Los editores españoles lanzan un SOS

El sector plantea al Gobierno un Plan de Fomento del Libro y la Lectura para frenar la caída

"Es uno de los fracasos de la democracia”, dice su nuevo presidente

El ecosistema del mundo del libro en España está en riesgo, y con él el futuro de la principal industria cultural del país. Para intentar cambiar ese destino, la Federación de Gremios de Editores de España(FGEE) y demás grupos del sector (libreros, distribuidores e industria gráfica) propondrán al Gobierno un Plan Integral de Fomento del Libro y de la Lectura. Será en las próximas semanas y con petición de urgencia.

Este verdadero SOS del sector surge frente a la inacción o acción deficiente de los diferentes gobiernos ante la falta de políticas adecuadas en educación y fomento de la lectura, el equivocado enfoque más comercial que cultural del propio sector editorial y cierta apatía de la sociedad frente al libro. “No queremos un plan cosmético, sino integral. No queremos solo una campaña en televisión que diga ‘Leer es sano para el cerebro’. Debe ser algo más serio, permanente y acorde a los tiempos de lo analógico y lo digital”, reclama Daniel Fernández, nuevo presidente de la FGEE, en una entrevista con este diario.
“Este es uno de los fracasos de la democracia. Nuestros hábitos de lectura no han crecido de la misma manera que lo han hecho nuestra riqueza y desarrollo”, se lamenta Fernández. Ante este panorama, en el séptimo año de crisis y reconversión del sector, advierte: “Sin el ánimo de ser nacionalistas, si no defendemos el territorio en lo que somos líderes, estamos condenados a ser colonizados cultural e ideológicamente”.
La petición del plan de lectura busca cambiar unos números que empujan al sector al abismo:
- 300 millones de euros es lo que se dejaría de estar percibiendo, cada año, por la piratería.
- 14,1 euros es el precio medio de un libro, frente a los 12,72 de hace diez años.
- 3.223 es la tirada media de ejemplares por cada título, mucho menor que hace unos años.
El libro es la primera industria cultural de España. Aporta el 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB), con 2.700 millones de euros en 2013 (todas las industrias culturales del país representan el 3,7% del PIB y el 2,6% del empleo). Por eso, el sector no entiende, como ya dijera el presidente de la FGEE, que solo reciban “migajas, cuando no el desprecio del Gobierno”. La intención es que se ponga en valor la mayor industria cultural del país, “y que la sociedad tome conciencia del respeto al libro y se convierta en el centro del conocimiento, la cultura y el ocio, estrechamente vinculados a la educación y el progreso humano”. La sensación es que se ha pasado de casi un analfabetismo funcional al ordenador, dejando el libro por el medio: “Hemos pasado del burro al ave, no leíamos en burro y no mucho en ave”.
EL FUTURO. ¿En manos ajenas y en bancarrota?
Para no ser colonizados cultural e ideológicamente, Fernández considera clave mantener la posición de liderazgo cultural en España y del libro en América Latina, que ha amortiguado el retroceso, e incluso ampliar a otros mercados. Para lograrlo, dice, debe haber empresas fuertes, dinámicas y con capacidad para responder a las demandas de los lectores. Pero, advierte: “O cambia la actitud de los poderes y administraciones públicas con respecto a la lectura y el libro, o vamos a ser más pequeños y a arriesgarnos a una bancarrota relativa. O a que también este sector pase a estar controlado por bancos de inversión foráneos o grandes grupos multimedia no precisamente de aquí”.
LA LECTURA. Centro del progreso
El 65% de los españoles que no lee o lo hace a veces argumenta que no le gusta, no le interesa o no lo hace por falta de tiempo, revela la reciente encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Pese a que la oferta de títulos supera el medio millón.
La propuesta para recuperar el valor del libro incluye actualizar la enseñanza en las aulas, convertir la lectura en algo transversal a todas las materias, preparar a los profesores, recuperar las bibliotecas escolares y contribuir a la supervivencia del tejido de librerías, y también un refuerzo de la lucha contra la piratería. Sobre los libros de texto, la FGEE pide que se devuelva la ayuda a las familias y se retome la compra para bibliotecas públicas.
Cuando el informe PISA dice que los chicos españoles no tienen buena comprensión lectora, ni capacidad de expresión oral o escrita, lo que está diciendo, aclara Fernández, es que hay un déficit de lectura básico: “El futuro de los países se juega en la educación y la capacidad de los editores y de los lectores van intrínsecamente unidos”.
LA INDUSTRIA. Mea culpa del sector
Hasta 2008 se vendían muchos libros: 3.739 millones de euros en facturación, mientras que en 2013 fueron 2.500 millones, lo cual devuelve a la industria a cifras de hace dos décadas. Daniel Fernández admite que pudo haber una burbuja editorial y que poco se hizo para fomentar la verdadera lectura: “Esto no es solo un negocio, debe tener además valores culturales”.

En caída libre

-  Un 55% de los españoles no lee nunca, o solo a veces.
- 40,6% es la caída acumulada en facturación desde que empezó la crisis, en 2008.
- 300 millones de euros es lo que se deja de percibir cada año por la piratería editorial.
- 14,1 euros es el precio medio de un libro, frente a los 12,72 de hace diez años.
- 3.223 es la tirada media de ejemplares por título, mucho menor que hace unos años.
- El libro es la primera industria cultural de España. Aporta el 0,7% del Producto interior Bruto (PIB), con 2.700 millones de euros en 2013.
El presente es consecuencia, también, de una tormenta perfecta: jubilación de un modelo de negocio centenario, transformación tecnológica, cambio de hábitos de consumo cultural y crisis económica. Pero reconoce Fernández: “Los editores no supimos convencer a la sociedad de la importancia de la lectura en el sistema educativo.Y, tal vez, renunciamos a que los libros fuesen el centro de esa educación que nos debía hacer mejores. Puestos a ser más autocríticos, se han publicado muchos engendros que no merecían la edición”.
EL PRECIO. Más caras otras formas de ocio
En 2005, en plena euforia de la bonanza económica, el precio medio del libro era de 12,72 euros. Hoy es de 14,6 euros. Es uno de los renglones que menos se ha visto afectado. Han desaparecido empresas, se han reducido las plantillas o se han bajado los porcentajes a los autores mientras el precio de la obra ha aumentado. “No son caros, y en comparación con lo que gastamos en otras formas de ocio tiene un buen precio”, defiende el presidente de los editores. El sector del libro, a diferencia de otros, no es subvencionado. Las subvenciones apenas representan un 1% de la facturación.
LO DIGITAL. Política educativa
El libro electrónico es de lo poco que ha crecido en facturación. Sobrepasa los 80 millones de euros anuales, es decir el 3,7% del total de venta obras en todos los formatos. Los que triunfan en digital son el texto no universitario y el de Ciencias sociales y humanas, que representa el 58% de ventas, mientras la literatura logra el 17,8%. Se trata de un área de lento pero continuado crecimiento. Cada nuevo título se ofrece, prácticamente, de manera simultánea en papel y digital y las editoriales no paran de digitalizar su catálogo. La oferta en este formato alcanza ya los 122.000 títulos.
Es el mundo dual. De ahí que el Gobierno deba tener lo digital como una política educativa y preparar a la sociedad, opina Fernández. Lo primero, añade, es la necesidad de adaptar la enseñanza a los nuevos tiempos. No se trata, por tanto, dice, de una mera dotación de herramientas tecnológicas sino que debe ir acompañada de contenidos digitales adaptados a las necesidades de profesores y alumnos. Sin olvidar, afirma el editor, la necesidad de explicar desde la escuela la importancia de la creación y el respeto a la propiedad intelectual. España está a la cabeza de la piratería en Europa “y esto es algo que también hay que combatir desde la escuela”.
PIRATERÍA. Conciencia ciudadana
Del 58% de los españoles que dicen leer en formato digital, solo el 32% paga por las descargas. El restante 68% lo hace de manera ilegal. El derecho de autor es una conquista social, reivindican desde la FGEE: “Necesitamos que la Ley proteja de una forma adecuada la propiedad intelectual y la creación porque, de lo contrario, existe el riesgo de que esta desaparezca y seamos colonizados culturalmente". Si no se defiende al autor y a la creación, dicen, se tenderá hacia un mundo en función del mecenas que no desean. “La nueva ley es un parche más, pero estamos vigilantes ante su aplicación. Es esencial, recomienda Fernández, empezar pronto el camino de la concienciación en la sociedad.
LA RENOVACIÓN. Concentración y nuevos sellos
Frente a empresas globales como Amazon, involucradas en los diferentes eslabones de la cadena de valor del libro, lo que hay que hacer, según la FGEE, es establecer unas reglas del juego que sean las mismas para todos. Por lo demás, “sus intereses son muy distintos, salvo en lo de pagar los menos impuestos posibles y jugar con la ingeniería fiscal”.
El cambio de paradigma empuja a la concentración de editoriales y permite la renovación del sector con nuevos sellos o librerías debido a los campos desatendidos que dejan las grandes marcas. Es el resurgimiento del editor artesano o del librero más especializado y cuidadoso.
Estamos ante un ecosistema anfibio, analógico y digital en su minuto uno de vida. Y es ahora cuando, más que nunca, el libro recuerda que no es un lujo o un capricho, sino una necesidad personal, social y nacional que contribuye a la evolución del ser humano.
Fuente: El País

Coca-Cola prueba con la leche

La compañía empezará a distribuir en marzo un producto sin lactosa que tiene la mitad de azúcar y un 50% más de proteínas

Los nuevos produtos lácteos de Coca-Cola / MICHAEL CONROY (AP)
Los viejos gigantes corporativos de Estados Unidos buscan nuevas fórmulas para salir del estancamiento que sufren sus negocios. Es el caso de McDonald´s y también de Coca-Cola. La compañía de la chispa de la vida prueba ahora con la leche como una nueva vía para crecer y que sus resultados no dependan tanto de los refrescos. La bebida tiene la mitad de azúcar que sus rivales y alimentará más, pero es también notablemente más cara.
El plan para empezar a distribuir la leche Fairlife ya está definido, aunque el producto se puede encontrar en las neveras de algunos supermercados. Coca-Cola dice que es una versión mejorada de la leche tradicional. En esencia, lo que hace es separar los distintos elementos de la leche, para eliminar del producto final la lactosa y gran parte del azúcar. A la vez eleva en un 50% el contenido de proteínas y un tercio el de calcio.
La distribución de la leche bajo la marca de Minute Maid empezará oficialmente a lo largo de marzo en EE UU, cuatro meses después de anunciarse. Los consumidores podrán elegir entre cuatro opciones, con precios que van de 3,98 y los 4,20 dólares. “Estoy convencido que será la próxima marca mil millonaria de Coca-Cola”, comenta el consejero delegado de Fairlife, Steve Jones.
De esta manera, la multinacional que dirige Muhtar Kent trata de meterse de lleno en el negocio de las bebidas saludables y, de paso, mejorar el margen de beneficio con un producto más caro. Lo que está por ver es si el nuevo producto trae a la compañía la lluvia de dinero que sus directivos auguran a los inversores. No es tampoco el primer intento que hace Coca-Cola para diversificar sus productos y adaptarse a los nuevos gustos del consumo.
La multinacional estadounidense está siendo muy agresiva en las campañas publicitarias para lograr elevar la demanda en los productos que están en el corazón de su negocio. A la vez, está forjando asociaciones con compañías como Monster Beverage, en el segmento de las bebidas energéticas, y Green Mountain, dueña del café en cápsula para las máquinas Keurig, para desarrollar nuevas bebidas. La leche es una inversión a largo plazo.

Resultados planos

Coca-Cola publica sus resultados de cierre de ejercicio el próximo martes, 10 de febrero. En los nueve primeros meses de 2014 registró una caída del 2% en los ingresos, hasta los 35.130 millones de dólares. De ese total, 11.980 millones correspondían al tercer trimestre, que quedaron completamente planas. El beneficio de la multinacional, entretanto, cayó un 8% en los tres trimestres, a 4.455 millones. Entre julio y septiembre lo hizo un 15%.
Para salir de este estancamiento, el pasado octubre anunció una revisión de su plan estratégico. Coca-Cola busca ahora lograr ahorros de 3.000 millones dólares en coste operativos para el año 2020. Es el triple del objetivo inicial que se planteó hace un año. En el marco de este proceso de ajuste, el pasado mes de enero se anunció el despido de 1.800 empleados en todo el mundo. Es una cifra que seguramente irá creciendo.
Pese a que los números de la compañía de Atlanta no muestran crecimiento y de que ya se advirtió de que 2014 no se cerrará con el rendimiento esperado, los inversores siguen mostrando su confianza hacia la gestión de Kent. El valor bursátil de Coca-Cola se revalorizó un 50% durante los últimos 12 meses, mejor que el 16% del índice S&P 500 en el mismo periodo.
Sandy Douglas, responsable del negocio de Coca-Cola en Norteamérica, admite antes los analistas de Wall Street que les llevará tiempo crear una imagen de marca en torno a la leche. Es lo que sucedió con los zumos de naranja Simply. El problema es que esta apuesta se hace en un momento en el que las ventas de leche, como la de los refrescos, están en caída. La estrategia, sin embargo, se apoya en que hay una demanda mayor por proteínas.
Fuente:El País

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